Nuestro apoyo a las tomas de los colegios en la Ciudad de Buenos Aires, posible lectura:"La Escuela de Noche" de Cortázar y sugerencias para descargar música y escribir una crónica.
En otros momentos se les pasaba un programa OCR y se lo pasaba a formato de texto para que personas ciegas o con problemas de visión pudieran "leerlos", si alguien lo quiere hacer sería bueno, sino:
Es lo que hay!
Si los llegan a pasar a texto, súbanlos a rapidshare o algún otro lugar y avisen en los comentarios.
Cuando pueda haré los otros capítulos, acá encontrarán el link (cuando pueda hacerlos)
Sobre la trilogía del Bounty: El motín del Bounty: En 1788 el Bounty zarpa de Inglaterra con destino a Tahití.
La tripulación sufre los abusos del capitán Bligh, hasta que Christian Fletcher
encabeza un motín a bordo. Esta es la historia del motín del Bounty ocurrido en
1788 tal y como la contó el guardamarina Roger Byam, cuyo relato comienza con
estas palabras: "Muchas veces he querido seguir el ejemplo de otros oficiales
retirados y dedicar todo el tiempo de asueto que tiene un anciano como yo a
narrar, con la ayuda de mi diario y con el míximo detalle posible, algunos de
los episodios de mi vida en el mar. Tomé la decisión anoche. Me dije que podría
escribir sobre mi primer barco, el Bounty, sobre el motín a bordo".
Hombres contra el mar: En Hombres contra el mar descubrimos cómo el capitán
William Bligh, no tan desalmado como los amotinados pensaban, emprende un
arriesgadísimo viaje en la chalupa abierta y sobrecargada del Bounty desde el
lugar del motín hasta Timor. El capitán hace gala de una preocupación por la
salud de sus hombres que se traduce en una mínima pérdida de vidas, en un tiempo
en que las enfermedades diezman las tripulaciones en las travesías
transoceánicas. Gracias a su pericia y a la colaboración de los marineros
consigue desmentir el axioma marinero de "barco sin cubierta, tumba abierta".
La isla de Pitcairn: En 1789 Fletcher Christian, el instigador del motín del
Bounty, se refugió en una pequeña y desolada isla del Pacífico, acompañado de
ocho de sus hombres y un grupo de nativos polinesios. Durante dieciocho años
nadie supo nada de ellos hasta la llegada del Topaz, que se encontró con una
inesperada colonia mestiza compuesta por unas pocas mujeres polinesias, rodeadas
de decenas de niños y un solo hombre superviviente, un inglés de barba blanca,
Alexander Smith. De los dieciseis hombres muertos a lo largo de aquellos años,
quince habían perecido de forma violenta. En La isla de Pitcairn, que culmina la
emocionante trilogía sobre el motín del Bounty, Nordhoff y Hall recrean
magistralmente el trágico desenlace de un grupo de hombres acorralados por la
soledad, el alcohol y el envilecimiento.
Se hicieron varias películas sobre el Bounty, la última versión es del año 1984 con Mel Gibson como Christian Fletcher el jefe de los amotinados y Anthony Hopkins como el capitán Bligh
La isla
empezó a hacerse famosa en 1876, cuando sus habitantes se unieron a la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. Varias décadas después Hollywood se
interesó por la historia y, luego de filmar cinco películas sobre el
Bounty, a finales del siglo XX el mito de Pitcairn se
había consolidado. Para entonces, hacía unos 150 años que la isla era
una colonia británica, pero el Reino Unido no intervenía mucho en ella.
Los isleños se regían sin ayuda y elegían a sus propios policías y
jueces.
Aunque las autoridades británicas
recibían alarmantes noticias de que la isla no era ningún paraíso —se
hablaba de niñas embarazadas por hombres adultos, violaciones, abortos,
incestos e incluso asesinatos—, las pasaban por alto, y recién en 1997
una mujer policía, Gail Cox, agente comunitaria, fue enviada allí como
instructora. En esta visita se sintió cautivada por el lugar. Sin
embargo cuando regresó en 1999, todo había cambiado radicalmente.
Advirtió que algo tenebroso ocurría en la comunidad. Pocas semanas
después de su llegada, Belinda y otra adolescente confesaron ser
agredidas y violadas desde pequeñas.
Los ataques sexuales eran muy comunes en Pitcairn y que no había niñas que llegaran vírgenes a los 12 años de edad.
Poco después la policía decidió localizar a todas las mujeres que se habían criado en Pitcairn
desde 1980. Muchas vivían en el exterior, principalmente en Australia y
Nueva Zelanda. Al concluir, la policía había hablado con 31 víctimas,
cuyas historias abarcaban cuatro décadas, y mencionaban a 30 agresores:eran casi todos los hombres de la isla de las tres últimas generaciones.
En Pitcairn, la
reacción fue de furia hacia las víctimas, que fueron acusadas de
incitarlos. Los isleños, incluidas las ancianas, dijeron que las chicas
habían accedido voluntariamente a tener relaciones sexuales, y que el
juicio era una conspiración de los británicos para destruir la
comunidad.
Pese a la violenta reacción, nueve
mujeres aceptaron comparecer en el tribunal. Pero ¿cómo hacerlo en un
lugar tan aislado? ¿Qué efecto tendría en una pequeña
comunidad integrada por familias estrechamente entrelazadas, en cada una
de las cuales había un supuesto transgresor o una víctima?
Luego de descartar una amnistía, el
gobierno británico designó abogados, un magistrado y tres jueces para
que se ocuparan del caso. Sin embargo, recién en 2003 Simon Moore, el
fiscal principal, formuló 96 cargos contra 13 hombres. Siete vivían en
la isla y fueron enjuiciados en Pitcairn en 2004.
Habían pasado casi cinco años desde el inicio de la investigación y la
comunidad se sentía muy presionada. La isla se dividió en dos bandos:
una minoría deploraba la presunta conducta de los acusados, y la mayoría
la negaba o la disculpaba. Mientras tanto, las víctimas debían soportar
una angustiosa espera.
En septiembre de 2004 llegaron a la
isla 29 personas que iban a ocuparse del que para entonces quizá ya era
el caso más extraño de la historia judicial británica. El viaje hasta Pitcairn
había requerido varios vuelos y una travesía en barco de 30 horas desde
la Polinesia Francesa. Los extranjeros se apretujaron en unas cuantas
casas vacías, y algunos de ellos tuvieron que dormir en la nueva prisión
de la isla, construida por los acusados. Todos los días se cruzaban con
los hombres o con sus familiares, y recibían un trato poco cordial.
Ninguno de ellos era bienvenido. Se sentían vigilados muy de cerca.
Steve Christian, ya de 53 años y
alcalde de la isla, fue el primero en ser juzgado. Vestido con
pantalones cortos, sandalias y una camiseta con el logotipo del Bounty,
parecía indiferente al proceso.
Usando sus largas togas negras, los
jueces y los abogados ocuparon sus sitios en el recinto. Las víctimas
testificarían por enlace de video desde Nueva Zelanda. En la pantalla,
una mujer de edad madura, Jennifer, contó un terrible episodio de su
infancia en que la violaron. Luego, Charlotte, describió la violación
que sufrió en Highest Point. ¿Por qué no se lo dijo a sus padres? “Así
es la vida en Pitcairn. Las mujeres son víctimas de abusos, de
violaciones... En el mundo exterior todos piensan que la isla es un paraíso, pero en mi infancia fue un absoluto infierno”.
No hubo público en el tribunal. Con su
ausencia, los isleños revelaban su desprecio por los procesos, pero
también sus ilusiones: si se comportaban como si nada estuviera
ocurriendo, quizá los extranjeros harían sus valijas y se irían.
Dave Brown aceptó cierta responsabilidad
y Dennis Christian se declaró culpable; los demás negaron los cargos y,
mientras los jueces resolvían, continuaron con su vida normal. Steve y
Randy Christian recibieron sentencias de prisión; y sólo un hombre fue
absuelto: Jay Warren.
La comunidad se conmocionó con los
veredictos. El proceso legal había terminado, pero nadie había
respondido aún algunas preguntas perturbadoras. ¿Cómo pudo degradarse de
esa forma una pequeña sociedad tan alejada del resto del mundo?
Belinda ha pagado un alto precio por su
denuncia. Rechazada por su familia y su comunidad, jamás podrá volver a
la isla. Aun así, piensa que valió la pena, que se hizo “cierto grado”
de justicia y que por fin puede dejar atrás su pasado. Ahora vive en
Nueva Zelanda, con su pareja y tres hijos pequeños. Si siente alguna
amargura, no es por lo leve de algunas sentencias (seis y tres años y
medio de cárcel), sino porque aún se niegan a admitir su culpa y pedir
perdón.
El gobierno británico anunció que las
víctimas serían indemnizadas por los perjuicios que sufrieron en su
descuidada isla, y ellas celebraron este reconocimiento oficial del
dolor que soportaron. El Reino Unido ha mejorado la infraestructura y
las comunicaciones de Pitcairn, pero aún falta ver si
ha cambiado la mentalidad de los isleños. En público, siguen negando los
ultrajes; en privado, algunos empiezan a reconocer que nunca fue un
paraíso; al contrario, era un “absoluto infierno”.
Incluso dejé la información de la Librería El Libertador en la Ciudad de Buenos Aires en donde pueden comprar la Trilogía del Bounty , traducida al español, para entender un poco mejor qué pasó ahí.
Mapa de la ubicación de la librería ahí, por ahora, venden la trilogía del Bounty a 15 pesos cada libro.
Por las dudas pregunten si lo siguen teniendo en oferta:
"A description of Pitcairn’s Island and its inhabitants with an authentic account of the mutiny of the ship Bounty and of the subsequent fortunes of the mutineers"
"Muchos años después de la famosa rebelión, uno de los amotinados sugirió que la causa del enfrentamiento entre Bligh y Christian en la Bounty fue que el primero le había prestado dinero al segundo en el viaje de ida, en Ciudad del Cabo, y que tenía por costumbre recordárselo. Para Christian, con todas sus ínfulas de aristócrata, debió de ser una punzante humillación. Para Bligh, con toda su meticulosidad de clase media, el préstamo en sí fue una constante fuente de ansiedad.
¡Y entonces el barco llegó a Tahití! Y durante cinco meses los hombres vivieron como reyes, especialmente Christian, que estaba a cargo de la partida de tierra y pudo vivir con relativa independencia de su superior. Allí había amigos tahitianos que adoraban a los marineros, la vida era fácil y las mujeres bellas y accesibles. Los informes de las entrevistas que se realizaron con algunos de los hombres de la Bounty que regresaron a Inglaterra sugieren que en su opinión la causa del motín fue, pura y simplemente, las mujeres; pero a esto añadiría que para Christian, específicamente, estaba el encanto añadido de ser capaz de vivir de una manera que consideraba propia por nacimiento.
Héroe y villano. Por tanto, los motivos del motín no son hoy muy difíciles de determinar; una lectura atenta de los informes de la época dejan claro que las mujeres y un estilo de vida regalado fueron las causas. Pero, ¿cómo se convirtió Christian en el héroe y Bligh en el villano?" --- "Una vez obtenido el perdón, la familia de Peter se encontró con otro desafío: ¿cómo rehabilitar al joven para que pudiera seguir su carrera en la Marina? En este punto, uno de los hermanos de Christian vuelve a entrar en escena para unirse a los esfuerzos de la familia Heywood. El resultado fue que Bligh volvió de un segundo viaje a los Mares del Sur para descubrir que aunque había marchado como héroe ahora se había convertido en villano. Por tanto, la historia del motín es muy moderna en muchos aspectos infelices: es una historia sobre confusión, manipulación y el poder de un abogado inteligente.
Afortunadamente, ha sobrevivido una extraordinaria cantidad de material relacionado con esta historia. Una parte es material completamente nuevo que yo descubrí. Por ejemplo, un libro sobre los amotinados escrito por una tal "Lady Belcher" y publicado en fecha relativamente temprana, como 1870, fue utilizado como fuente primordial por los investigadores. Sin embargo, "Lady Belcher" era hijastra de Peter, e incluso cuando este vínculo claramente destacado fue reconocido, pocos vieron con escepticismo sus motivos para contar la historia de Heywood con tanta comprensión.
De entre los muchos documentos que he descubierto, uno de mis favoritos es una carta de un joven guardiamarina a su padre escrita cuando estaba destinado en el mismo barco que Peter Heywood. El marinero cita al antiguo amotinado diciendo que él y sus compinches —que a diferencia de Peter fueron ahorcados— "se habían comprometido" a volver a Tahití si eran absueltos. La defensa de Peter había consistido en afirmar que había sido arrastrado contra su voluntad por los amotinados. Se trata de un comentario muy revelador. Cierta correspondencia entre Lord Howe y uno de los capitanes que juzgó el caso también es reveladora, así como una carta escrita por el hermano de Christian a un amigo íntimo del Almirantazgo en la que afirmaba que "hay que cerrar todas las puertas" a Bligh cuando regrese."
¿En qué lugar del mundo desconocido le gustaría despertar o dormirse...?
Me gustaría mucho ir a la Isla de Pascua. También me gustaría visitar otra isla. ¿Conoce la historia del motín del Bounty? Es de hace 200 años. Un barco inglés llamado Bounty bajo el capitán Bligh. La tripulación se amotina y ponen al capitán en otro barco y lo mandan a una isla. Esa isla se llama Pitcairn y está en la Polinesia. Hoy usted puede ir y encontrar a la gente emparentada con los descendientes de esos ingleses que llegaron a la isla. Después me gustaría ir a la Antártida y supongo que podría cenar ahí. Le mencioné tres islas: la Antártida también es una isla.
Abajo de todo encontrará los enlaces a libros y películas sobre Pitcairn y el barco Bounty
Es conocida por ser el hogar de los descendientes de los amotinados del Bounty y de los tahitianos que los acompañaron. Con sólo 46 habitantes (de nueve familias), es también famosa por ser el país menos poblado del mundo (aunque no es una nación soberana).
No todo es alegría en Pitcairn, en la misma entrada de la Wiki nos dicen:
"Desde el 15 de diciembre de 2004, el alcalde de Pitcairn es Jay Warren, que sustituyó a Steve Christian al ser éste condenado por violación de menores junto con otros hombres"
Otra versión escrita muy recomendada es "Trilogía del Bounty", de C. Nordhoff y J. N. Hall, 1932-1934, uno de los mejores libros de aventuras en el mar.
El motín del Bounty: En 1788 el Bounty zarpa de Inglaterra con destino a Tahití.
La tripulación sufre los abusos del capitán Bligh, hasta que Christian Fletcher encabeza un motín a bordo. Esta es la historia del motín del Bounty ocurrido en 1788 tal y como la contó el guardamarina Roger Byam, cuyo relato comienza con estas palabras: "Muchas veces he querido seguir el ejemplo de otros oficiales retirados y dedicar todo el tiempo de asueto que tiene un anciano como yo a narrar, con la ayuda de mi diario y con el míximo detalle posible, algunos de los episodios de mi vida en el mar. Tomé la decisión anoche. Me dije que podría escribir sobre mi primer barco, el Bounty, sobre el motín a bordo".
Hombres contra el mar: En Hombres contra el mar descubrimos cómo el capitán William Bligh, no tan desalmado como los amotinados pensaban, emprende un arriesgadísimo viaje en la chalupa abierta y sobrecargada del Bounty desde el lugar del motín hasta Timor. El capitán hace gala de una preocupación por la salud de sus hombres que se traduce en una mínima pérdida de vidas, en un tiempo en que las enfermedades diezman las tripulaciones en las travesías transoceánicas. Gracias a su pericia y a la colaboración de los marineros consigue desmentir el axioma marinero de "barco sin cubierta, tumba abierta".
La isla de Pitcairn: En 1789 Fletcher Christian, el instigador del motín del Bounty, se refugió en una pequeña y desolada isla del Pacífico, acompañado de ocho de sus hombres y un grupo de nativos polinesios. Durante dieciocho años nadie supo nada de ellos hasta la llegada del Topaz, que se encontró con una inesperada colonia mestiza compuesta por unas pocas mujeres polinesias, rodeadas de decenas de niños y un solo hombre superviviente, un inglés de barba blanca, Alexander Smith. De los dieciseis hombres muertos a lo largo de aquellos años, quince habían perecido de forma violenta. En La isla de Pitcairn, que culmina la emocionante trilogía sobre el motín del Bounty, Nordhoff y Hall recrean magistralmente el trágico desenlace de un grupo de hombres acorralados por la soledad, el alcohol y el envilecimiento.
Julio Verne escribió algo sobre el Bounty, pero no se si tiene mucho que ver: Verne Julio - Los Amotinados De La Bounty Doc
RESEÑA:
La señora Dolly Branican, residente de la ciudad de San Diego en Estados Unidos, pierde el juicio después de que su marido John parte en la embarcación Franklin y además pierde a su único hijo, Wat. Cuando ella recupera la razón, cuatro años después, descubre que el barco donde su marido había partido se había perdido en el mar. Siendo la heredera de una gran fortuna, Dolly emplea estos recursos para financiar la búsqueda del paradero de la nave de su esposo, al cual considera vivo.
Lo que sale en Taringa es que pueden descargar la película desde Megaupload y Rapidshare, les aconsejo que descarguen en orden descendiente las de Rapidshare y en orden ascendiente las de Megaupload, las dos al mismo tiempo, por ejemplo:
El primero de Rapidshare junto con el último de megaupload, cuando acaba uno, generalmente rapidshare es más rápido, pasan al segundo desde rapidshare y el penúltimo de megaupload, así hasta que se hayan bajado todos los archivos.
Desde Rapidshare, empiece aquí con el primero, junto con el último de la otra lista, de megaupload, cuando termine el primero siga con el segundo de esta lista: