"En El gran carnaval Billy Wilder destroza al periodismo encarnado por Kirk Douglas pero no sólo la prensa cae víctima de los dardos del genial Wilder, los políticos y la policía no salen mejor parados. Hasta el público consumidor sufre y su respuesta fue no ver la película, Wilder diría después que a nadie le gusta que le digan que es un miserable."