Es para hacer un pequeño compilado de lo que tenemos sobre el tema: Videos para una posible inspiración de un cuento:
Algunas notas en los diarios en donde se mencionan libros sobre fútbol y literatura: - Romance intelectual con la pelota, se mencionan:
- el peruano Juan Parra del Riego y el argentino Bernardo Canal Feijóo escribieron "Penúltimo poema del fútbol"
- Horacio Quiroga publicó "Suicidio en la cancha", un cuento sobre el caso real de un jugador de Nacional que se pegó un tiró en el círculo central de la cancha.
- El primer relato totalmente ficcional sobre fútbol en el Río de la Plata: la novela del francés Henri de Montherlant Los once ante la puerta dorada.
- En 1923, nada menos que en su meláncolico libro Crepusculario, Pablo Neruda escribió el poema "Los jugadores",
- y 12 años después, "Colección nocturna", incluido en Residencia en la tierra.
- Durante el primer medio siglo hubo escasos coqueteos de la literatura con el fútbol —una aguafuerte de Roberto Arlt sobre el Seleccionado Nacional y poco más—
- quien entró a saco lleno en el tema fue el uruguayo Mario Benedetti con su ya célebre cuento "Puntero izquierdo", escrito en 1955, y publicado en el libro Montevideanos.
- el poeta gaditano Rafael Alberti —quien escribió "Oda a Platko", dedicada al arquero húngaro del Barcelona—
- Miguel Hernández, Miguel Delibes, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Jorge Amado, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sabato, Rubem Fonseca, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Rivadaneyro y Alfredo Bryce Echenique.
- Vinicius de Moraes escribió un célebre poema al puntero Garrincha,
- español Camilo José Cela, sus Once cuentos de fútbol
- el mexicano Juan Villoro, un texto sobre el maracanazo —el día que Uruguay le ganó a Brasil la Copa del Mundo en el estadio Maracaná— titulado El hombre que murió dos veces
- Humberto Constantini, su relato "Inside izquierdo",
- y Leopoldo Marechal, elige la tribuna de un River-Boca para lanzar la batalla del protagonista de Megafón o la guerra.
- Mientras tanto, en Europa, el austríaco Peter Handke ponía la piedra basal con su novela La angustia del arquero frente al tiro penal —que poco habla de fútbol, es verdad— pero tiene una de las definiciones más bellas de ese instante crucial en un partido.
- Roberto Fontanarrosa y Juan Sasturain Memorias de un wing derecho", y "¡Qué lástima, Cattamarancio!".
- Osvaldo Soriano, por su parte, reunió en su libro Rebeldes, soñadores y fugitivos los memorables relatos como "El penal más largo del mundo" y "Maradona sí, Galtieri no".
- Y completa el trío de mosqueteros Juan Sasturain con la publicación de El día del arquero, que incluye el cuento "La poesía del chanfle al segundo palo".
- Al mismo tiempo, Alejandro Dolina coqueteaba con el fútbol desde sus Crónicas del Angel Gris que incluían "Apuntes de fútbol en Flores"
- Sergio Olguín, autor del libro El equipo de los sueños,
- Heker, autora del cuento "La música de los domingos".
- Tuna Agüero, El origen de la tristeza
- Tuna Agüero, "Celeste y roja"
- Fiebre en las gradas, del británico Nick Hornby
- Eduardo Galeano escribiera Fútbol a sol y a sombra
Todo el artículo del diario Clarín
Algunos de los cuentos están en la carpeta 4shared, otros no...Y si bien Borges hizo un comentario irónico sobre el fútbol, escribió un cuento de fútbol...(está en la carpeta 4shared). Si encuentran alguno de los cuentos que aquí se nombran y tienen ganas, envíelos a: Enviolibros#gmail.com
Y lo pondremos en la carpeta 4shared a disposición de todos.
Querido Eduardo: Te cuento que el otro día estuve en el supermercado "Carrefour", donde antes estaba la cancha de San Lorenzo. Fuí con José Sanfilippo, el héore de mi infancia, que fue goleador de San Lorenzo cuatro temporadas seguidas. Caminamos entre las góndolas, rodeadas de cacerolas, quesos y ristras de chorizos. De pronto, mientras nos acercamos a las cajas, Sanfilippo abre los brazos y me dice: "Pensar que acá se la clavé de dobrepique a Roma, en aquel partido contra Boca". Se cruza delante de una gorda que arrastra un carrito lleno de latas, bifes y verduras y dice: "Fué el gol más rápido de la historia". Concentrado, como esperando un corner, me cuenta: "le dije al cinco, que debutaba: no bien empiece el partido, me mandás un pelotazo al área. No te calentés que no te voy a hacer quedar mal. Yo era mayor y el chico, Capdevilla se llamaba, se asustó, pensó: a ver sin no cumplo".. Y ahí nomás Sanfilippo me señala la pila de frascos de mayonesa y grita: "¡ Acá la puso !". La gente nos mira, azorada. "La pelota me cayó atrás de los centrales, atropellé pero se me fue un poco hasta ahí, donde está el arroz, ¿vé?" -me señala el estante de abajo, y de golpe corre como un conejo a pesar del traje azul y los zapatos lustrados- "La dejé picar y ¡plum!". Tira el zurdazo. Todos nos damos vuelta para mirar hacia la caja, donde estaba el arco hace treinta y tantos años, y a todos nos parece que la pelota se mete arriba, justo donde están las pilas para radio y las hojitas de afeitar. Sanfilippo levanta los brazos para festejar. Los clientes y las cajeras se rompen las manos de tanto aplaudir. Casi me pongo a llorar. El Nene Sanfilippo había hecho de nuevo aquel gol de 1962, nada mas que para que yo pudiera verlo. Osvaldo Soriano (carta enviada a Eduardo Galeano)
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